martes, 17 de febrero de 2009

ÚLTIMO CUARTO EN ESCORPIÓN Y AGUA

Me permito la licencia N. de publicarte en este blog de las lobas, de la luna y de las diosas.
Tu poema de tarde inviernal...con el que tanto yo también me identifico, lo has descrito a la perfección...Gracias hermana!

Mantra ying para una moza que así se lamentaba en una tarde de enero o plegaria de las retenciones, según se mire.

Átame.
Átame ahora y escucha:
cualquier cosa me sirve y me dará consuelo,
la pata de la silla,
la pata de esta mesa de madera de cedro,
que es pesada y oscura,
que conoce mi nombre y sabrá retenerme.

Lo ruego, ten clemencia, cuerpo mío:
que no me vaya volando,
que no busque otra coartada
ni las alas de lechuza con las que siempre me escapo.

Átame, cuerpo mío, átame o déjame manca,
y que mis dedos no busquen urgentes los teclados,
no busquen más palabras, si no obtengo respuesta.

¡Por qué yo! ¡Por qué yo! ¡Por qué yo!

Y aquí estoy siempre en las mismas.
No me dejes cuerpo mío,
no seas más yegua de troya,
ni me dejes, hoy, de nuevo,
mover ficha yo primera*.

(*Que espabilen los muchachos o espabilemos nosotras y será mucho más fácil encontrar a otros muchachos, digo yo(?)).
*rebeso revoltoso

viernes, 6 de febrero de 2009

LUNA CONVEXA EN CÁNCER Y AGUA

Este texto me lo envió N., que a su vez se lo remitió Vane. Ella lo copió de la agenda de las brujas que muchas de nosotras tenemos y compartimos....así que ahí va este regalito del mes de febrero.
Os animo a que disfrutéis de los días más largos...
...de la luz
... de la LUNA DINAMIZADORA....
... la Luna de febrero, la que nos prepara para el renacimiento, la que nos incita a soltar la ira, el resentimiento y los viejos comportamientos...
...para abrir los brazos, sonreir y recibir con todo nuestro resplandor a la primavera!!!!

Las horas diurnas aumentan. Saca tu muñeca de maíz con su vestido de vainas secas y su cabello sedoso, o la cruz de Brigid[1] con espigas de trigo estival. Pasa la escoba por tu chimenea y enciende un nuevo fuego. Después del ocaso enciende todas las lámparas de la casa para incitar al Sol a volver con su luz. Sal fuera y dibuja una imagen del Sol en la nieve y (si es posible) visualiza el ardor de las Lammas. Lleva un tazón de nieve o con cubitos de hielo a tu altar y llénalo de velas. Honra a Brigid, la triple diosa cuyos dones corrompieron los monjes cristianos. Conságrate a su pervivencia, sus misterios y la gloria de sus fuegos: la fragua de la creatividad, la chimenea que crea hogar y el fuego que estimula las ideas. Ella sigue viva e inspira. Bendice a tus mascotas y deja comida para los seres salvajes. Con poderes más antiguos que el tiempo, si se le pide, la diosa ayudará a sanar, a dar a luz y a otros aspectos femeninos. Antes de que la luna esté vacía de curso, invoca sus poderes adivinatorios. Consagra tus velas a su servicio. Prepárate para lo inesperado.
[1] Santa Brígida