sábado, 2 de mayo de 2009

PRIMER CUARTO EN LEO Y FUEGO

HIRUNDO RUSTICA

Están en todas partes, es la época. Recorren las calles invisibles del cielo rifeño con precisión absoluta, con una habilidad única que desconcierta a las propias gaviotas. Es imposible seguirlas con la mirada, dibujan en el aire círculos, ovoides, ángulos, espirales, elipses, parábolas e hipérbolas.

De dos en dos, de tres en tres, de seis en seis o de veinte en veinte...
Cientos, tal vez miles.

Están de paso, pero ahora en primavera, toca parar en el Rif, poner y criar. Generación tras generación eligen el Norte de África...generación y generación, vuelven al mismo nido; con suerte de que esté, de que ninguna mano humana lo haya borrado.

Vuelven siempre...para mi no son tan oscuras y tristes como para Becker...
Para mi son las acróbastas, las artistas del cielo. Y las sigo en mis paseos por el Parque Hernández, cruzando la Plaza de España, subiendo las escaleras de la Puerta de la Marina, en Ciudad de Málaga o en el Barrio del Real, justo donde está el veterinario de Kali. Las observo, se mueven rápido, y las oigo, con ese sonido único que alcanzo a reconocer por encima de los motores, de las voces y de la prisa...por encima del poniente y del levante...es la banda sonora que invade la ciudad en primavera.

Y entonces recuerdo...el 9ºD del Salinas...
una niña de 9 años mirando a través del ventanal del lavadero, escuchando el sonido agudo y rápido , mientras sorbe despacio y entretenida el tazón de "Crispis", alargando la mano tras el cristal y pensando "ojalá pueda coger una...ojalá"...abriendo un poquito más la ventana corredera.."ojalá entre una en la cocina...ojalá". La niña no se termina de beber la leche, está tan ensimismada viendo como las astutas Hirundo rustica esquivan sus dedos en el aire. Mientras la voz de su madre dice "al cole" y corre echando un último viztazo, percatándose que no se ha terminado el tazón de cereal...
...la niña nunca se lo acababa...las golondrinas la distraían...
Nunca entró ninguna en su cocina, ni tampoco pudo atrapar alguna con sus manos...pero sigue dejándose el café, el zumo, el té, el chocolate o la caña a medio beber...
...tal vez las golondrinas....
...esas, que esta primavera se han colado por una de las puertas de su alma.