KALI...Ahí está...ella solita eligió su nombre. Tenía que ser el de alguna Diosa del Luna... y, a la segunda, con Maray y N. de madrinas, puso su patita blanca sobre la carta de la Diosa Kali.
Nació en este invierno de lluvias y vientos en Melilla, en una Huerta de carretera Farhana, en un cruce de caminos, cerca de la frontera. De pura raza rifeña, ya forma parte de mi vida... 
La linda Kali...
...este es su mito...
Kali, la "madre negra hindú", diosa de la naturaleza y esposa-ogro del gran dios Shiva, destruía a los demonios que desafiaban a los dioses.
Asumía diferentes aspectos. Bajo el nombre de Parvati, era una hermosa joven que hablaba de amor y elevados temas metafísicos con su marido, mientras que como la horrorosa Kali, enfrentó al jefe del ejército de los demonios, Raktavaji, y le hirió repetidamente con sus poderosas armas. Cada gota de sangre del demonio derramada sobre la tierra cobraban vida poderosos gigantes, por lo que Kali se vio obligada a detener esa proliferación bebiendo toda la sangre de su enemigo, hasta que éste cayó derrotado.
Tras la conquista de su adversario estaba tan entusiasmada que se entregó a una danza de júbilo que hizo temblar la tierra. Los otros dioses suplicaron a su esposo que le convenciera de detenerse, pero ella estaba tan exaltada con la sangre y el arrebato, que pisoteó a Shiva hasta causarle la muerte. Cuando descubrió el resultado de su locura quedó muy perturbada.
Kali representa tanto la energía creativa como destructiva.
Es la más drástica de las diosas negras, y en su muerte y renacimiento busca destrozar todo aquello que suponga una amenaza para la supervivencia.
Es la diosa del signo de fuego sagitario. Busca la verdad, sin importarle cómo ni dónde tenga que encontrarla.
