sábado, 16 de enero de 2010

LUNA NUEVA EN CAPRICORNIO Y TIERRA

ENERO
Enero es el mes en que a la vez muere el viejo año y nace el nuevo.
El mes de enero ofrece un tiempo para descansar y reflexionar sobre todo lo que ocurrió durante el pasado año e incluso antes. Asimismo, constituye una oportunidad para contemplar el futuro y los cambios que deseamos realizar para el año entrante.
Muy adecuadamente, enero debe su nombre al dios romano de doble rostro Jano. Con una cara orientada hacia el pasado y la otra hacia el futuro. Jano es el guardián del umbral. El pasado nos enseña lo que debemos hacer para no seguir repitiendo errores y patrones de comportamiento que nos han perjudicado a nosotros y a otros. El futuro nos presenta un destello de lo que podemos realizar, de las posibilidades que nos esperan si tan sólo nos encontramos con las oportunidades adecuadas. Pero, en última instancia, lo que tanto enero como Jano nos enseñan realmente es que debemos vivir el presente, en el momento, y aprovechar lo que el presente nos ofrece.

Vivir el presente puede ser difícil de conseguir en enero. Fuera hace frío. Quizá esté nevando. Los días son grises y nubosos. La tentación de hibernar y retirarse en los recuerdos o en los sueños futuros puede resultar abrumadora. Sin embargo, enero nos incita a equilibrar los tiempos que dedicamos a meditar sobre el pasado y a contemplar las posibilidades futuras actuando de inmediato para dejar de repetir errores y, al mismo tiempo, aprovechar las oportunidades que se presentan aquí y ahora y propicia nuestro futuro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias por seguir dedicándole tiempo a tu blog con palabras tan sabias