martes, 18 de noviembre de 2008

LUNA DISEMINANTE EN CÁNCER

La pasada semana terminé de leerme "Donde el Corazón te lleve" de Susanna Tamaro. Intercalé su lectura con libros de gestalt, reiki y Hanna Anrendt. Al final me acabo atrapando y lo "liquidé" en una tarde-noche de domingo.
En especial este fragmento que publico me gustó y quería compartirlo.
¡Qué disfrutéis de la luna!

Si estás en alguna parte, si tengo la posibilidad de verte, sólo me sentiré triste tal como me siento cada vez que veo una vida desperdiciada, una vida en la que no ha logrado realizarse en el camino del amor. Cuídate. Cada vez que, al crecer tengas ganas de convertir las cosas equivocadas en cosas justas, recuerda que la primera revolución que hay que realizar es dentro de uno mismo, la primera y la más importante. Luchar por una idea sin tener idea de uno mismo es una de las cosas más peligrosas que se pueden hacer.

Cada vez que te sientas extraviada, confusa, piensa en los árboles, recuerda su manera de crecer. Recuerda que un árbol de gran copa y pocas raíces es derribado por la primera ráfaga de viento, en tanto que un árbol con muchas raíces y poca copa a duras penas deja circular su savia. Raíces y copa han de tener la misma medida, has de estar en las cosas y sobre ellas: sólo así podrá ofrecer sombra y reparo, sólo así al llegar la estación apropiada podrás cubrirte de flores y frutos.

Y luego, cuando ante ti se abran muchos caminos y no sepas cuál recorrer, no te metas en uno cualquiera al azar: siéntate y aguarda. Respira con la confiada profundidad con que respiraste el día en que viniste al mundo, sin permitir que nada te distraiga: aguarda y aguarda más aún. Quédate quieta, en silencio, y escucha a tu corazón. Y cuando te hable, levántate y ve donde él te lleve.